Listado anual: 2021

BIOFEEDBACK

¿Qué es?

La biorretroalimentación o biofeedback es una técnica que nos permite controlar las funciones fisiológicas del cuerpo humano. Se emplea un sistema de retroalimentación para informar a la persona de cuál es el estado de la función que se desee controlar de forma voluntaria.

Es decir, es una manera que tenemos de saber, a través de diferentes aparatos y vías, en qué estado está una función de nuestro organismo en ese momento.

Tiene muchos usos, pero vamos a centrarnos en el que le damos nosotras en el tratamiento del suelo pélvico.

¿Cómo lo utilizamos en fisioterapia especializada en suelo pélvico?

Emplearemos diversos dispositivos con el fin de registrar la actividad de la musculatura que deseemos.

A través, de estos dispositivos podremos ver y ser conscientes del grado de contracción muscular que existe en la musculatura elegida: tanto en la del suelo pélvico como en la musculatura abdominal, que también es de gran interés.

Esto ayuda a la fisioterapeuta a conocer la activación muscular, para  diseñar y/o modificar el tratamiento aplicado; y a la paciente a incrementar su conciencia corporal, pudiendo modificar y aprender a controlar esa contracción muscular de forma voluntaria.

Hablando más coloquialmente para que lo entendamos todos:

Con estos aparatos e incluso con nuestras manos o nuestros ojos podemos saber si los músculos están tensionados o al contrario no se activan nada. 

Nos pasa muchísimo en consulta, que viene nuestra paciente muy frustrada porque está haciendo los ejercicios Kegel todos los días y no nota mejoría. Lo primero que hacemos en la consulta es poner un espejo o nuestra mano o el aparatito y le mandamos contraer el suelo pélvico. Nuestra paciente cree que está haciendo una contracción muy buena. Pero pasa todo lo contrario, ella con su cerebro manda la orden de contraer el suelo pélvico y nosotras junto con la paciente comprobamos viendo o palpando que no es capaz de activarlo. Esto puede deberse a múltiples causas pero las más comunes son un exceso de debilidad postparto o por falta de conocimiento y práctica de esta zona tan tabú.

¿Qué dispositivos tenemos para trabajar con biofeedback?

Ya os hemos explicado que podemos considerar biofeedback a cualquier cosa que nos permita saber cómo está nuestro músculo en un momento determinado, por eso os vamos a explicar todos los que utilizamos en consulta, hasta los más sencillos: 

• Visual o Manual: con un espejo o con nuestra mano podemos ver y  sentir la activación del suelo pélvico, la pega es que no se puede medir. No podemos decir a otro profesional cuánta fuerza es capaz de realizar una paciente con su suelo pélvico de forma precisa.

• Ecografía: también podría usarse como un biofeedback. La paciente puede ver como se activan sus músculos en la pantalla del ecógrafo con la guía del fisioterapeuta. Con este aparato, sí que se puede medir con precisión la mejoría midiendo el grosor de la musculatura, pero no podríamos medir la fuerza que realiza la paciente con esa musculatura.

• Electromiografía: Es un dispositivo que registra la actividad eléctrica de la musculatura a través de unos electrodos. 

Existen electrodos extracavitarios, que se colocan sobre la piel (en la zona del periné, en la zona abdominal,…); e intracavitarios, que se colocan a través de una sonda intravaginal o intraanal.

Con este dispositivo sí que podemos cuantificar de forma más precisa la fuerza en forma  de energía que genera la musculatura y ver la evolución.

• Sonda de presión: Registra la actividad de la musculatura a través de la presión que genera la misma contra la sonda.

Existen diversos dispositivos: Perifit, Emy, EPI NO, etc. 

Es interesante tener en cuenta con las sondas de presión que registran la presión ejercida sobre ellas, tanto de la musculatura como de, por ejemplo, presión que ejerzamos a través de aumentos de la presión intraabdominal (“empujar”, por ejemplo). 

Con estas sondas, podemos cuantificar la fuerza (con menor precisión) y ver una evolución más clara.

Siempre recomendamos acudir a un profesional especializado antes de comprar cualquier aparato de forma innecesaria. Porque a veces con unas pautas, una visión clara y una palpación de la zona de forma consciente es más que suficiente para mejorar. Y de esta manera, no hace falta invertir en tantos aparatos, que a veces acabamos por no utilizar.

Si tienes cualquier duda, ¡no dudes en preguntarnos!

SARA BEJARANO Y MARTA GUTIÉRREZ  Fisioterapeutas especialistas en suelo pélvico.

Si quieres conocer más o tienes alguna duda al respecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.

¡Escríbenos y te daremos cita lo antes posible!

¿QUÉ SON LAS BOLAS CHINAS? ¿CUANDO Y PARA QUÉ DEBO UTILIZARLAS? ¿CÓMO LAS ELIJO?

Las bolas chinas son dispositivos que se emplean como complemento al tratamiento de fisioterapia pelvi perineal.

Estas bolas están huecas, y contienen dentro de ellas otra bola más pequeñita que se mueve, y se puede notar su vibración cuando existe movimiento mientras se lleva puesta. Esta vibración es la que provoca la contracción involuntaria de la musculatura que la/s rodea, por lo que es necesario moverse mientras se llevan puestas para que su uso sea efectivo.

También se pueden realizar ejercicios específicos de la musculatura del suelo pélvico con ellas puestas, indicados siempre por una o un profesional tras una adecuada valoración.

¿Cuáles son sus beneficios?

Bien elegidas y utilizadas, siempre bajo la supervisión de una/un especialista en suelo pélvico, pueden aportar muchos beneficios.

Ayudan a mantener y/o mejorar las cualidades de la musculatura del suelo pélvico, a mejorar la lubricación natural de la vagina, y también aumentar su irrigación sanguínea; contribuyendo a prevenir la aparición y desarrollo de disfunciones del suelo pélvico (post anterior sobre disfunciones del suelo pélvico).

¡Pero cuidado!

No todas las mujeres pueden ni deben utilizarlas, en ocasiones su uso está contraindicado. 

No es recomendable su uso en mujeres que tienen un tono muy elevado en la musculatura del suelo pélvico, puede que acompañado de dolor; ni en mujeres que, por el contrario, tienen un tono muy bajito. 

En el primer caso van a producir dolor, o puede que no sea posible su uso; y en el segundo no se van a mantener dentro de la vagina, o puede que no se perciban dentro de ella.

No significa que no puedan utilizarse, sino que previamente han de recibir un tratamiento de fisioterapia especializado, y después se ha de valorar su uso.

¿Cómo las elegimos?

Las bolas chinas pueden variar en tamaño, peso, material, y número. ¿Cómo elegimos?

• En cuanto al tamaño, es importante que se mantengan colocadas dentro de la vagina, que no se salgan de ella en la posición en la que vayamos a utilizarlas.
• Al elegir el peso hemos de tener en cuenta también lo anterior: han de mantenerse dentro de la vagina, por lo que no es necesario que sean muy pesadas. Es mejor comenzar con poco peso.
• Usaremos materiales hipoalergénicos como la silicona de grado médico, evitando los materiales porosos como el plástico, que pueden contener bacterias.

¿Cómo las utilizamos?

Para facilitar su introducción podemos utilizar un poco de lubricante de base acuosa, colocándola/s más o menos donde lo haría un tampón. Dejaremos el cordón sobresalir ligeramente por la vagina, para así facilitar su extracción.

Se comienzan a utilizar 10-15 min al día, haciendo ejercicios específicos o simplemente con el propio movimiento de nuestro cuerpo, que ya estará aumentando el tono de nuestro suelo pélvico.

A pesar de todas estas indicaciones, siempre será adecuado acudir a una o un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para que realice una valoración del mismo, y determine la necesidad del empleo de bolas chinas y, en tal caso, cuáles usar y cómo hacerlo.

¿CUÁLES SON LAS FUNCIONES DEL SUELO PÉLVICO? ¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES?

Ya os nombramos en un post anterior las funciones del suelo pélvico, y en este nos gustaría explicaros un poquito más sobre esas funciones que realiza, para que continuéis comprendiendo la importancia de tener un suelo pélvico sano y funcional.

• Proporcionar sostén a los órganos situados en la cavidad abdómino pélvica, así como dar estabilidad a la misma:

Los órganos situados en la cavidad abdómino pélvica son la vejiga, el útero y el recto, y dichos órganos necesitan mantenerse correctamente suspendidos y estables dentro de ella para su correcto funcionamiento. Esto es posible gracias a algunas de las estructuras musculares y fasciales que conforman el suelo pélvico, por ello es importante que conserven sus propiedades en buen estado. Si este sistema fallase, correríamos el riesgo de sufrir prolapsos, dolores pélvicos, dolores lumbares, etc.

• Asegurar la continencia de orina, heces y gases:

El suelo pélvico es atravesado por los orificios de conexión de la vejiga, el útero y el recto. Además de estas estructuras, la musculatura y demás tejidos del suelo pélvico han de reaccionar a diversos estímulos relacionados con la continencia, y coordinarse entre sí de manera correcta tanto para asegurar la continencia como para realizar la micción y defecación. De lo contrario, podrían aparecer urgencias miccionales, incontinencia urinaria y/o anal, etc.

• Ofrecer función sexual: 

El suelo pélvico es importante para que exista una buena respuesta física sexual, en lo que se refiere a la necesidad de mantenimiento de una buena sensibilidad en sus diferentes partes, tanto a nivel externo como interno.

Durante el orgasmo existen contracciones de la musculatura superficial y profunda del suelo pélvico y contracciones uterinas, entre otras estructuras.

Y si hablamos de relaciones sexuales con penetración también se necesitan tener unas correctas cualidades de la musculatura superficial y profunda del suelo pélvico, para que pueda realizarse sin dolor ni molestias de ningún tipo, algo que no entraría nunca dentro de la normalidad.

Es muy importante tener en cuenta que no es normal que exista dolor durante las relaciones sexuales, con o sin penetración, y que puede ser a causa de alguna alteración en el suelo pélvico.

• Embarazo y parto:

Durante el embarazo y el parto es necesario que los tejidos que forman el suelo pélvico se mantengan en las mejores condiciones de fuerza y elasticidad. Han de proporcionar un buen soporte durante el embarazo, y aportar apoyo, elasticidad y actividad muscular suficientes durante el parto. 

Y si mantenemos dichas propiedades durante el embarazo, contribuiremos también a una óptima recuperación en el postparto.